Hace más de 15 años, cuando la mayoría de los especialistas soñaban con trabajar en el Instituto de Seguros Sociales, un grupo de amigos de colegio y de universidad decidieron convertir su profesión en una empresa especializada en servicios, que para la época, no se prestaban en Medellín y en casi ninguna región del país. Su vocación investiga y espíritu emprendedor, los condujo a crear Medicina Fetal, el lugar que se convertiría en la tabla de salvación para muchas mujeres embarazadas cuyos bebés presentaban alguna complicación, y de muchas otras que encontraron en su equipo de profesionales, el acompañamiento adecuado para llevar a feliz término su proceso de gestación.
De esta forma Medicina Fetal no sólo se convirtió en la pionera en la realización de ecografías y en traer al país los últimos adelantos tecnológicos, sino que concentró sus esfuerzos en el diagnósticos de malformaciones y patologías en el feto, con el objetivo de hacer tratamientos o seguimientos a los problemas a los problemas congénitos del bebé y así, salvar vidas en el útero materno. Fueron sus médicos, en su mayoría docentes universitarios con especializaciones en las áreas de medicina perinatal, quienes realizaron las primeras transfusiones intrauterinas en el país.
Su reconocimiento permitió que Medicina fetal se constituyera rápidamente en centro de remisión de pacientes de la costa Caribe y Eje Cafetero. A esto se suma que en los últimos 10 años, han querido compartir sus conocimientos y experiencias con especialistas y profesionales de todo el país, a través sus cursos de actualización donde participan expertos nacionales e internacionales en medicina perinatal.
La medicina fetal se ocupa de ver el feto como un paciente y no como un pasajero mas en el viaje gestacional, explica el Dr. Gómez, uno de sus socios y fundadores, y tal vez por eso, el sello característico de Medicina Fetal es la atención personalizada que brindan a sus pacientes, gracias al trabajo colaborativo entre los nuevos profesionales que hoy conforman este equipo.
Todo comenzó en los noventa, un momento en el que con el advenimiento de la ecografía, el mundo comenzaba a hablar de medicina perinatal, y ellos eran apenas unos “recién graduados” y Ginecología y Obstetricia “Hasta ese entonces la medicina se centraba en la mujer embarazada y concebía a su bebé como un “pasajero” al que era imposible acceder. Pero con la rápida evolución del ultrasonido, comenzamos a ver que el feto es sujeto de diagnóstico y tratamiento”.
Más que un grupo de profesionales ávidos de encontrar un innovador punto de partida para sus carreras, eran amigos que, desde el colegio, compartían un objetivo. Por eso hicieron un fondo de capital y simultáneamente se regaron por el mundo a subespecializarse. Desde Valencia España o Wisconsin, se comunicaban para monitorear lo que iban aprendiendo y lograr ir “parejos”.
Y fieles a su promesa de reagruparse después de un par de años de estudio, volvieron para ofrecer algo que era nuevo en la ciudad, “una ecografía salida de lo normal”. Mientras en ese entonces el protocolo médico se limitaba a medir el bebé, ellos comenzaron a tratarlo como un paciente, al punto que se convirtieron en los pioneros en Antioquia en “Procedimientos invasivos in útero”. Entre otras, lograron la primera transfusión de sangre exitosa y llevaron a cabo la cirugía de meningocele en espina bífida, amabas intrauterinas.
“En aquel entonces debíamos correr en el carro de un lado para otro con bolsas de sangre para lograr que nos la irradiaran y podérsela poner así a un feto enfermo. Nadie nos conocía y pocos le daban crédito a lo que hacíamos. En el ir y venir, no todos fueron casos de éxito, pero hoy contamos con “hijos” que ya deben ser adolecentes y con procedimientos con los que, en teoría, ningún bebé debe morirse actualmente en Medellín.”
Esta afirmación es tajante, porque, comenzaron a trabajar en llave con otras instituciones, como la Clínica Cardiovascular y Noel y se comprometieron a difundir su conocimiento entre los nuevos obstetras, estudiar permanentemente para ir un paso adelante y dedicar un día a trabajar en sinergia con otros grupos de investigación para diagnosticar y tratar pacientes de escasos recursos.
“La clave del éxito ha sido un trabajo en equipo enfocado a preservar la vida de las nuevas generaciones” concluyen los miembros de este equipo. No en vano, recibieron, en sus 15 años , por parte de la Federación Colombiana de Asociaciones de Perinatología FECOPEN, el reconocimiento por sus aportes al desarrollo de la medicina Perinatal en Colombia durante todos estos años y la Asociación Antioqueña de Obstetricia y Ginecología, ASAGIO, también rindió homenaje en reconocimiento a su liderazgo y los aportes realizados al desarrollo académico de la perinatología antioqueña yen especial , a la atención del feto como paciente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario