lunes, 28 de noviembre de 2011

MENOPAUSIA & CLIAMTERIO: SIGNOS Y SÍNTOMAS


La menopausia es una etapa más en la biografía de la vida de una mujer  y es un proceso natural de la misma. Por definición menopausia es la última fecha de menstruación luego de un año de no tener  periodo menstrual; en las mujeres latinas   el promedio de edad  de este proceso  es  entre los   45 a  55  años, siendo precoz antes de los  40. Básicamente, se debe a una disminución en la producción de hormonas femeninas por el ovario (estrógenos y progestágenos). La menopausia no es una enfermedad, pero en algunas pacientes, se parece a una enfermedad porque la  sintomatología que presenta es más marcada.

El climaterio es el período de tiempo (antes y después) de la menopausia; además es un conjunto de diversos síntomas y signos en la mujer debidos al cese de la función ovárica. El climaterio pre menopáusico o etapa  de transición hormonal dura de  2 a  5  años y está marcado  por  diversos cambios en el ciclo menstrual  hasta  el  cese  total  del período, en algunas mujeres  los cambios en el sangrado menstrual  pueden ser por adelantos o atrasos  en la fecha esperada y el sangrado puede ser  abundante  o escaso con una tendencia  cada mes,  a ser  menos constante, hasta desaparecer totalmente. El Climaterio posmenopáusico, es también un conjunto de signos y síntomas   similares al premenopáusico pero ya no hay sangrado menstrual y de haberlo es anormal, convirtiéndose en un motivo de consulta médica.

El 80% o más de las mujeres  en  esta etapa de la vida  tiene    diversos cambios que  se dan de   diversas  formas y magnitud, en relación  a un estado  propio  y sociocultural entre otros factores asociados; sólo algunas  mujeres pasan  esta etapa  sintomáticas   e igualmente  algunas, menos del 10%, permanecerán  sintomáticas  hasta la senectud.
Entre los muchos signos y síntomas del climaterio los más reconocidos y frecuentes son:

1. Cambios en el período menstrual, hasta la pérdida total del mismo.

2. “Sofocos, bochornos o calores”, son sensaciones  súbitas  o repentinas de calor en la cara, cuello y parte superior del tórax o pecho, asociados  a    sudoraciones   frías  de  diverso  volumen y, finalmente,  luego  de una crisis de  sofoco y sudoración puede  presentarse sensación de fatiga, cansancio  y  malestar general. Los sofocos se presentan más en las noches y se acompañan de sensación de la cara enrojecida; estos síntomas son independientes de la temperatura del medio ambiente y se pueden dar por períodos más o menos agudos, con mayor o menor grado de    no confort personal.

3. Cambios  en la  humedad  de mucosas  y piel;  es una queja  frecuente   en esta etapa de la vida, la piel  es muy  seca, difícil de lubricar  con algunos productos comerciales y  tienen sensación de piel agrietada o partida; además,  las mucosas conjuntival y bucal son más secas y en especial  la vagina es menos húmeda, dando dificultad  en la relación sexual y causando dolor en algunas mujeres (dispareunia), generando problemas de intimidad sexual con sus parejas.

4. Malestar general, fatiga, desánimo, palpitaciones, insomnio, cambios en el estado de ánimo (¡mal genio!) y  poli sintomatologías inespecíficas  de  dolores en todo el cuerpo y migrañas, entre otros,  son síntomas  que hacen  que la calidad de  vida de una mujer  este alterada  y  que  requieran  acciones terapéuticas.

5. Alteraciones  en el deseo sexual, con baja libido que  se acentúa por la sequedad   y adelgazamiento en la pared vaginal, lo anterior  se puede marcar más  por problemas en la vida familiar (conyugales, parentales o con los hijos), laboral, cultural y o con la relaciones del entorno.

6. Cambios en la  autoestima y otros cambios en el  humor (falta de concentración, ansiedad, depresión, etc.), falta de energía y en algunas  mujeres se pueden acentuar con problemas  siquiátricos previos.

7. Cambios  corporales varios:  aumento  de peso  y  mayor tejido adiposo  en  el  abdomen inferior, muslos y caderas, estos  están asociados  a una producción  de andrógenos (hormona masculina) por  el  ovario como un mecanismo de compensación al déficit de  hormonas femeninas. Estos cambios también se reflejan  en la piel con aparición de vellos  en sitios  no deseados,  como la ”barbilla y el bigote”, la espalda  y los  senos, asimismo,  las glándulas  sebáceas  acumulan más sebos y aparece  acné tipo juvenil; el  pelo se hace  grasoso, disminuye el calibre  y aumenta la caída.

8. Otros cambios como los miccionales,  que no necesariamente significan  enfermedad,  como  aumento  en el  deseo miccional y nicturia; pero  otros si  pueden ser considerados como una enfermedad, cuando presentan  diversos grados de incontinencia urinaria por esfuerzos y/o por urgencias; igualmente se  aumenta el riesgo de una cistitis.
Nota: no es normal  que una mujer presente incontinencia urinaria, de ninguna forma, lo  que  exige una consulta para un diagnostico y tratamiento adecuado.

Además de  lo anterior,  en esta etapa de la vida  se manifiesten otras enfermedades crónicas  en la mujer que  de no ser por un manejo adecuado  alteran la calidad  de  vida  haciendo  el paso a la senectud mas difícil, algunas de estas enfermedades son:  diabetes tipo II,  hipertensión arterial,  hipotiroidismo,  osteoporosis, disímiles  formas de  artritis  y  enfermedad  cardiocerebrovascular, entre otras. No  se  debe pasar por  alto además  que esta es la etapa  de la mujer  donde  se  diagnóstica cada  días más frecuente  el cáncer  de  seno y del cérvix uterino.

Lo expresado anteriormente, hace  que hoy la menopausia y el climaterio  (sin dejar  de ser un proceso  fisiológico),  sea más  estudiado y manejado  con distintas  formas terapéuticas,  con  ciertos grados  de limitaciones  en relación a costos beneficios  en  cada mujer, es por esto  que toda mujer    en este período de su  vida  debe  hacerse un  chequeo  (mínimo anua)l bajo la premisa universal que es  mejor  prevenir  que curar, al mismo tiempo que las  diferentes intervenciones  médicas  pueden llevar  a la mujer  en su etapa  siguiente a una senectud con una mejor calidad  de vida  y terminar  su  biografía  con una muerte  digna.

Finalmente,  algunos consejos  prácticos para un mejor paso por la menopausia  son:

1. Tener una dieta balanceada rica  en lácteos, fibra, frutas, verduras frescas, pescado y derivados de soya.

2. Hacer ejercicio, mínimo caminar  30 minutos  cada  día.

3. Tomar “baños de  sol moderados”

4. No fumar  y tomar poco licor, es  saludable  una  copa de vino  tinto 3 a 5  veces  por semana.

5.Controle su peso corporal.

6.Manténgase  activa,  en lo físico y lo intelectual, ejercite su memoria.

7.Controle a través de  su médico alguna  enfermedad  asociada por   ejemplo, la  hipertensión arterial,  tome  sus medicamentos adecuadamente y  consuma poca sal, etc.

8.Cada mujer es diferente; la terapia  hormonal  debe ser programada por un especialista, hoy  hay diversos productos  que mejoran su calidad  de vida y las terapias alternativas  en algunos casos  son un buen complemento.

9. No olvide   su chequeo ginecológico anual. Prevenir es curar, el cáncer  ginecológico  diagnosticado  y tratado a tiempo, salva vidas.

¡Sonría  todo lo que pueda!

Publicado por:
Grupo Medicina Fetal
Carlos Enrique Restrepo López.
 Ginecología & Obstetricia.
www.espaciofemenino.com

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