lunes, 12 de diciembre de 2011

Mitos y Realidades de la T.R.H.: Terapia de Reemplazo Hormonal

La Menopausia, es el conjunto de eventos fisiológicos en toda mujer, como un proceso natural que se debe a la disminución en la producción de hormonas femeninas por el ovario (estrógenos y progestágenos). Por definición es la última fecha de menstruación luego de un año de no tener periodo menstrual, esta aparece después de los 40 años (promedio entre 45 a 52 años).

El climaterio es el periodo de tiempo antes y después de que se de esta última fecha de menstruación y es el conjunto de síntomas y signos, debidos al cese de la función ovárica. Entre los diversos signos y síntomas, predominan los cambios en el ritmo menstrual, hasta la pérdida total, los “Sofocos, bochornos o calores”, que son sensaciones súbitas de calor en la cara, cuello y parte superior del tórax o pecho, asociados a sudoraciones frías de diverso volumen y, finalmente, luego de una crisis de “calores” puede presentarse sensación de fatiga, cansancio y malestar general; los calores se dan más en la noche y con sensación de cara enrojecida, estos síntomas son independientes de la temperatura del medio ambiente.

Otros signos y síntomas son: cambios en la humedad de mucosas y piel, con piel seca y frágil; al mismo tiempo las mucosas genitales están secas y con poca respuesta en la lubricación genital al estímulo sexual, presentado resequedad, molestias y dolor en el acto sexual. Lo anterior, en algunas mujeres, se asocia a una disminución en el apetito sexual. De la misma manera son frecuentes, no en todas las mujeres, cambios en la autoestima y en el humor, con falta de energía, desánimo, insomnio, palpitaciones y diversas poli sintomatologías inespecíficas que alteran de diversa magnitud la calidad de vida y que requieran diversas acciones terapéuticas. En algunas pacientes se pueden acentuar algunos problemas siquiátricos previos, como la depresión.

Algunos cambios hormonales se manifiestan en el cuerpo con aumento de peso, aparición de vellos en sitios no deseados (en la barbilla y el bigote, la espalda y entre los senos), algunas experimentan caída del cabello del cuero cabelludo, y del vello púbico, hay diversos cambios miccionales entre otros. Igualmente, es una etapa de la vida donde, por diversas razones, aparecen algunas enfermedades crónicas que ameritan tratamientos médicos, como por ejemplo, la osteoporosis, la diabetes tipo II, la hipertensión arterial, el hipotiroidismo y, sin dejar pasar por alto, que esta es la etapa de la mujer donde se diagnostica cada día más frecuentemente el cáncer de seno y del cérvix uterino. Por lo anterior, hoy la menopausia y el climaterio (sin dejar de ser un proceso fisiológico), se asumen como estudio, acompañados de manejos terapéuticos con relación a costos beneficios para cada mujer. Prevenir es curar.

La TRH, es un modelo de estas formas terapéuticas, que hoy con un control médico personalizado, y tiene más beneficios que riesgos; cada mujer es diferente, por tal razón, hay gran variedad de componentes, presentaciones y dosificaciones que ayudan a un mejor control de “Calidad de Vida” en la menopausia (ella no debe ser una experiencia difícil) y está demostrado que la TRH mejora en más del 80 % todos los signos y síntomas del climaterio. Básicamente, la TRH reemplaza o devuelve la perdida de la función ovárica y simula su función natural. A la fecha la TRH de bajas dosis hormonales ha demostrado ser eficaz y segura con bajos riesgos a corto, mediano y largo plazo siempre y cuando sea recomendada por un médico especialista en el tema. No se recomiendan por ningún motivo las automedicaciones.

En algunas mujeres estas terapias son contraindicadas en forma absoluta o relativa por ser portadoras de cáncer genital y del seno, de hipertensión crónica no controlada, de alteraciones de la coagulación sanguínea, por ser obesas o, tener síndromes varicosos severos y antecedentes personales bien definidos de enfermedades cardiacas, derrames cerebrales, alteraciones del hígado y de la vesícula biliar, entre otros. Al mismo tiempo, en pacientes fumadoras crónicas (se debe advertir aquí que se aumentan los riesgos y contraindicaciones dado el hábito).

En este orden de ideas, la TRH aporta beneficios como: la suspensión de las oleadas de calor y sudoraciones; una mejor respuesta a cambios emocionales y sexuales y un mejor dormir; en suma, una mejor calidad de vida a largo plazo. La TRH puede disminuir, a su vez, problemas secundarios de alteraciones del perfil lipídico (las grasas) de tipo cardiocerobrovasulares y, a prevenir, la osteoporosis y, posiblemente, ayudará a prevenir algunas demencias seniles y depresiones, etc. Ahora bien, como todo tratamiento, en algunas mujeres, pueden darse algunos efectos adversos con escalas distintas en importancia para cada caso a saber: aumento de peso, marcación de venas varicosas, acentuación de algunas manchas en la piel de la cara, aparición de brotes de acné tipo juvenil, algo de vellos en la cara, senos y espalda y aumento el riesgo de cálculos de la vía biliar; de ahí la importancia de la no auto medicación, ya que cada caso, en la mujer, es único.

En cuanto a la relación de riesgo que la TRH sea la causante directa en el incremento del cáncer del seno, hay muchas contradicciones científicas que se presentan a favor y en contra, por tal razón la mejor indicación sobre ésta, es la consulta individual a un especialista que analice cada caso en particular. A la fecha se recomienda no tomar cualquier tipo de TRH (de las que circulan en el mercado) por un período no mayor de 5 años porque la misma puede o no estar generando beneficios; al mismo tiempo se recomienda una relación de costo beneficio, de sí o no continuar con este tipo de medicación o, cambiar por otra formas terapéuticas adecuadas para cada caso.Finalmente, algunos consejos prácticos, para un mejor paso por la menopausia y una mejor respuesta al TRH:

  • Tener una dieta balanceada, rica en lácteos, fibra, frutas, verduras frescas, pescado y derivados de soya.
  • Hacer ejercicio (mínimo caminar 40 minutos cada día)
  • Tomar “baños de sol moderados”
  • No fumar y consumir licor (es saludable una copa de vino tinto 3 a 5 veces por semana).
  • Control de peso corporal.
  • Manténgase activa, en lo físico y lo intelectual, ejercite su memoria.
  • Controles médicos.
  • Cada mujer es diferente, la terapia hormonal debe ser por un especialista, no se auto medique, las terapias alternativas (los fitoestrógenos) en algunos casos son un buen complemento; igualmente, pregunte por un complemento de calcio con vitamina D.
  • No olvide su chequeo ginecológico anual. Prevenir es curar, el cáncer ginecológico diagnosticado y tratado a tiempo, salva vidas.

¡Sonría todo lo que pueda! ¡Adiós a estrés ¡

Publicado por:
Grupo Medicina Fetal
Carlos Enrique Restrepo López.
 Ginecología & Obstetricia.
www.espaciofemenino.com

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